Bellevue Español

Amar a Dios. Amar al prójimo. Compartir a Jesús. Hacer Discípulos.

Servicios de adoración

Únete a nosotros en nuestros servicios de adoración cada domingo en la mañana a las 9:15 am y a las 11:00 am. 

Nuestro primer servicio tiene música dirigida por nuestro Ministro de Música, Mark Blair, a quien lo acompaña la orquesta y el coro. Serás bendecido por un mensaje de la Palabra de Dios al cual le anteceden la celebración de bautismos y oración.

Durante el segundo servicio, la música es dirigida por el grupo de adoración y guiado por nuestro Pastor de Música Contemporánea Jeff Maxwell. Levantamos nuestras voces en adoración, oración, celebramos la nueva vida en Cristo de aquellos que obedecen al bautismo y escuchamos un mensaje de la Palabra de Dios.

Traducción al español

Ofrecemos traducción al español todos los domingos durante los servicios de adoración a las 9:15 y 11:00 a.m. Para recibir un audífono, visite la estación en el segundo piso del vestíbulo sur 30 minutos antes del inicio del servicio hasta que comience la predicación. Para recibir un audífono, debe presentar una licencia de conducir u otra forma de identificación. Una vez finalizado el servicio, devuelva el audífono y se le devolverá su identificación.

Celebración Navideña Hispana

20 de diciembre, 2025 | 6:00–8:30 p.m.

Celebremos y compartamos juntos el nacimiento de nuestro Señor Jesucristo con un precioso programa navideño y una comida compartida. Las puertas estarán abiertas a las 5:30 p.m. Invita a tu familia y amigos.

Grupos de Vida

Los Grupos de Vida te ayudan a fortalecer tu relación con Dios y con tus hermanos.

Noel y Yani Lobos

Domingos | 9:15 a.m.
Salón W256

Detalles

El Grupo de Vida Lobos es para hombres y mujeres de todas edades y etapas de vida. Ellos tienen un tiempo de enseñanza con una hermandad firme. Los miembros del grupo se dan cuentas unos a otros dentro y fuera de clase y tienen eventos sociales especiales durante todo el año. Venga y sea parte de un grupo que busca amar a Dios, amar a las personas, compartir a Jesús y hacer discípulos. Noel e Yani son de El Salvador. Ellos han estado casados desde el año 1996 y tienen dos hijos (26,18). Noel es director de proyectos de una empresa de andamios. Él y Yani disfrutan de cenas familiares semanales en restaurantes, viajes a las playas de Pensacola, campamentos y pesca.

Guadalupe Gutierrez-Altamirano

Domingos | 9:15 a.m.
Salón W270

Detalles

Dios tiene planes para su vida, planes de bien y no de mal, dice la escritura en Jeremías 29:11. El grupo Ester es para mujeres de todas edades y etapas de vida. Se unen en la lectura bíblica, oración, y se mantienen en contacto unas con otras, para la gloria de Dios. Guadalupe es de México. Ella ha sido maestra de niños, directora de escuela dominical, líder de jóvenes y maestra de mujeres. Ella disfruta tiempo con sus dos hijos adultos y sus gatos, además de nadar y jugar ajedrez.

Leo y Gabriela Sosa

Domingos | 11:00 a.m.
Salón F227

Detalles

El Grupo de Vida de Sosa comenzó en agosto de 2023. Es un grupo para hombres y mujeres de todas edades y etapas de vida. Ellos estan dedicado al compañerismo y la unidad en la fe para que juntos puedan crecer en fe, en amor, y en el conocimiento del Padre celestial, su hijo Señor y Salvador Jesucriso, el Espíritu Santo que es quien nos guía a toda verdad (Juan 16:13), y a través de las sagradas escrituras y así poder conquistar y alcanzar todo lo que Dios tiene preparado para los que le aman (1 Corintios 2:9). Leo y Gabriela son de Guatemala. Ellos llevan casados desde 2005 a los cuales Dios ha bendecido con tres hermosos hijos (18,13,5). Juntos tienen un deseo enorme por ser de bendición para muchas personas al compartir a Cristo y ayudarlos a ser prósperas en todo pero primeramente en su relación con Dios nuestro padre ya que de allí dependerá nuestro éxito en lo demás que hagamos en este mundo. Ven, queremos conocerte!

Samuel y Janet Garcia

Domingos | 11:00 a.m.
Salón F241/243

Detalles

El Grupo de Vida García está abierto a todas las edades y etapas de la vida. Ellos estudian juntos la Palabra de Dios, buscando crecer en la fe mediante la enseñanza bíblica y su aplicación práctica. En este grupo, podrás disfrutar de una profunda comunión y formar parte de una familia donde todos buscan ayudarse, amarse, y servirse mutuamente. Únete a este grupo para descubrir el propósito de Dios para tu vida y para usar tus dones espirituales para edificar el cuerpo de Cristo.

Samuel y Janet son de Cuba. Ellos están casados desde 2007 y tienen dos hijas. Samuel y Janet forman parte del personal de Bellevue.

Qué creemos

Lee nuestra declaración de fe sobre diferentes temas bíblicos.

La Seguridad de Salvación

La seguridad de la salvación es una confianza dada por Dios a cada verdadero creyente en Cristo de su aprobación presente y aceptación futura por el Padre. La Biblia testifica consistentemente acerca de la seguridad de la salvación para todos aquellos que están en Cristo y fundamenta esa seguridad en las promesas objetivas de la Palabra de Dios y en la obra subjetiva del Espíritu Santo en el testimonio directo e indirecto del fruto de la conversión. Esta seguridad no niega el papel de las advertencias ni la existencia de la duda.

Tito 1:2; Juan 6:37; Hebreos 10:10; 1 Juan 1:9; 1 Corintios 1:8

El Bautismo

El bautismo cristiano es la inmersión del creyente en agua en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Es un acto de obediencia que simboliza la fe del creyente en un Salvador crucificado, sepultado y resucitado, su muerte al pecado, la sepultura de la vida vieja y la resurrección para vivir en novedad de vida en Cristo Jesús. Es un testimonio de su fe en la resurrección final de los muertos. Al ser una ordenanza de la iglesia, es un requisito previo para la membresía y para la Santa Cena.

Según la Gran Comisión, Jesús nos dice: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo» (Mateo 28:18-20). El bautismo le dice al mundo y a la iglesia que estás comprometido con una vida en Cristo y que deseas honrar la Palabra y el ejemplo de Dios incluso como un creyente recién convertido.

Mateo 3:13-17; Marcos 1:9-11; Hechos 2:41-42; Romanos 6:3-5; Colosenses 2:12

La Biblia

La Santa Biblia fue escrita por hombres divinamente inspirados y es la revelación de Dios mismo al hombre. Es un tesoro perfecto de instrucción divina. Tiene a Dios como autor, la salvación como fin y la verdad, sin mezcla de error, como contenido. Por lo tanto, toda la Escritura es totalmente verdadera y confiable. Revela los principios por los cuales Dios nos juzga y, por lo tanto, es, y seguirá siendo hasta el fin del mundo, el verdadero centro de la unión cristiana y la norma suprema por la cual toda conducta humana, credos y opiniones religiosas deben ser juzgadas. Toda la Escritura es un testimonio de Cristo, quien es el centro de la revelación divina.

Éxodo 24:4; Deuteronomio 4:1-2; Mateo 5:17-18; Lucas 21:33; Romanos 15:4

El Regreso de Cristo
Dios, a su debido tiempo y a su manera, traerá el fin del mundo. Según su promesa, Jesucristo regresará personal y visiblemente en gloria a la tierra, los muertos resucitarán y Cristo juzgará a todos los hombres con justicia. Los injustos serán condenados al infierno, el lugar del castigo eterno. Los justos, en sus cuerpos resucitados y glorificados, recibirán su recompensa y morarán para siempre en el cielo con el Señor.
Mateo 16:27; Lucas 12:40; Juan 14:1-3; 1 Tesalonicenses 4:14-18; Hebreos 9:27-28
La Iglesia

Una iglesia del Nuevo Testamento del Señor Jesucristo es una congregación local autónoma de creyentes bautizados, unidos por el pacto en la fe y la comunión del Evangelio, que observan las dos ordenanzas de Cristo, se rigen por sus leyes, ejercen los dones, derechos y privilegios que les confiere la Palabra de Dios y buscan extender el Evangelio hasta los confines de la tierra. Cada congregación opera bajo el señorío de Cristo mediante procesos democráticos. En dicha congregación, cada miembro es responsable ante Cristo como Señor. Sus oficiales bíblicos son pastores y diáconos. Si bien tanto hombres como mujeres tienen dones para el servicio en la iglesia, el oficio de pastor está limitado a los hombres, según lo estipulan las Escrituras.

El Nuevo Testamento también habla de la iglesia como el Cuerpo de Cristo, que incluye a todos los redimidos de todas las épocas, creyentes de toda tribu, lengua, pueblo y nación.

Mateo 18:15-20; Hechos 2:41-42,47; Efesios 1:22-23; Colosenses 1:18; 1 Corintios 3:16

La Eternidad
Creemos que quienes mueren en sus pecados sin Cristo pasan la eternidad en el infierno, y quienes mueren con sus pecados perdonados por medio de Cristo pasan la eternidad en el cielo.
Mateo 13:40-43; Mateo 16:18; Lucas 16:26; Lucas 23:43; Juan 14:1-3
Dios

Hay un solo Dios vivo y verdadero. Es un Ser inteligente, espiritual y personal: el Creador, Redentor, Preservador y Gobernador del universo. Dios es infinito en santidad y en todas las demás perfecciones. Dios es todopoderoso y omnisciente, y su conocimiento perfecto se extiende a todas las cosas, pasadas, presentes y futuras, incluyendo las decisiones futuras de sus criaturas libres. A Él le debemos el mayor amor, reverencia y obediencia. Creemos que Dios existe en tres personas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

El Padre

Dios, como Padre, reina con providencial cuidado sobre su universo, sus criaturas y el fluir de la historia humana, según los propósitos de su gracia. Él es todopoderoso, omnisciente, amoroso y sabio. Dios es Padre en verdad para quienes se convierten en hijos de Dios mediante la fe en Jesucristo. Tiene una actitud paternal hacia todos los hombres.

Génesis 1:1; Salmo 19:1-3; Jeremías 10:10; Mateo 23:9; 1 Corintios 8:6

El Hijo

Cristo es el Hijo eterno de Dios. En su encarnación como Jesucristo, fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Jesús reveló y cumplió perfectamente la voluntad de Dios, asumiendo la naturaleza humana con sus exigencias y necesidades, identificándose completamente con la humanidad, pero sin pecado. Honró la ley divina mediante su obediencia personal, y en su muerte sustitutiva en la cruz, proveyó para la redención del hombre del pecado. Resucitó con un cuerpo glorificado y se apareció a sus discípulos como la persona que estaba con ellos antes de su crucifixión. Ascendió al cielo y ahora está exaltado a la diestra de Dios, donde es el único Mediador —completamente Dios, completamente hombre— en cuya persona se efectúa la reconciliación entre Dios y el hombre. Regresará con poder y gloria para juzgar al mundo y consumar su misión redentora. Él ahora mora en todos los creyentes como el Señor vivo y omnipresente.

Isaías 7:14; Mateo 17:5; 1 Corintios 1:30; 1 Juan 1:7-9; 1 Pedro 2:21-25

El Espíritu Santo

El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios, completamente divino. Inspiró a hombres santos de la antigüedad a escribir las Escrituras. Mediante la iluminación, capacita a los hombres para comprender la verdad. Exalta a Cristo. Convence a los hombres de pecado, de justicia y de juicio. Llama a los hombres al Salvador y efectúa la regeneración. En el momento de la regeneración, bautiza a cada creyente en el Cuerpo de Cristo. Cultiva el carácter cristiano, consuela a los creyentes y otorga los dones espirituales mediante los cuales los creyentes sirven a Dios a través de su Iglesia. Sella al creyente hasta el día de la redención final. Su presencia en el cristiano es la garantía de que Dios lo llevará a la plenitud de la estatura de Cristo. Él ilumina y fortalece al creyente y a la Iglesia en la adoración, la evangelización y el servicio.

Génesis 1:2; Isaías 61:1-3; Hechos 1:8; Efesios 1:13-14; 2 Timoteo 1:14

El Gobierno

Creemos en la separación de la iglesia y el estado, pero no en la separación de Dios y el gobierno. Todos los cristianos tienen la obligación de procurar que la voluntad de Cristo prevalezca en sus propias vidas y en la sociedad humana. Los medios y métodos utilizados para el mejoramiento de la sociedad y el establecimiento de la justicia entre los hombres solo pueden ser verdaderamente útiles y permanentes cuando se basan en la regeneración del individuo por la gracia salvadora de Dios en Jesucristo. Todo cristiano debe procurar que la industria, el gobierno y la sociedad en su conjunto se rijan por los principios de la justicia, la verdad y el amor fraternal. Para promover estos fines, los cristianos deben estar dispuestos a colaborar con todos los hombres de buena voluntad en cualquier causa buena, procurando siempre actuar con un espíritu de amor sin comprometer su lealtad a Cristo y su verdad.

Miqueas 6:8; Zacarías 8:16; Mateo 5:13-16; Lucas 20:25; Colosenses 3:12-17

El Espíritu Santo

El Espíritu Santo es el Espíritu de Dios, completamente divino. Inspiró a hombres santos de la antigüedad a escribir las Escrituras. Mediante la iluminación, capacita a los hombres para comprender la verdad. Exalta a Cristo. Convence a los hombres de pecado, de justicia y de juicio. Llama a los hombres al Salvador y efectúa la regeneración. En el momento de la regeneración, bautiza a cada creyente en el Cuerpo de Cristo. Cultiva el carácter cristiano, consuela a los creyentes y otorga los dones espirituales mediante los cuales los creyentes sirven a Dios a través de su Iglesia. Sella al creyente hasta el día de la redención final. Su presencia en el cristiano es la garantía de que Dios lo llevará a la plenitud de la estatura de Cristo. Él ilumina y fortalece al creyente y a la Iglesia en la adoración, la evangelización y el servicio.

Génesis 1:2; Isaías 61:1-3; Hechos 1:8; Efesios 1:13-14; 2 Timoteo 1:14

Jesús

Jesucristo es el Hijo eterno de Dios. En su encarnación como Jesucristo, fue concebido por el Espíritu Santo y nació de la virgen María. Jesús reveló y cumplió perfectamente la voluntad de Dios, asumiendo la naturaleza humana con sus exigencias y necesidades, identificándose completamente con la humanidad, pero sin pecado. Honró la ley divina mediante su obediencia personal, y en su muerte sustitutiva en la cruz, proveyó para la redención del hombre del pecado. Resucitó con un cuerpo glorificado y se apareció a sus discípulos como la persona que estaba con ellos antes de su crucifixión. Ascendió al cielo y ahora está exaltado a la diestra de Dios, donde es el único Mediador —completamente Dios, completamente hombre— en cuya persona se efectúa la reconciliación entre Dios y el hombre. Regresará con poder y gloria para juzgar al mundo y consumar su misión redentora. Él ahora mora en todos los creyentes como el Señor vivo y omnipresente.

Isaías 7:14; Mateo 17:5; 1 Corintios 1:30; 1 Juan 1:7-9; 1 Pedro 2:21-25

El Hombre

El hombre es la creación especial de Dios, hecho a su imagen. Él los creó varón y mujer como la obra cumbre de su creación. El don de la sexualidad forma parte, por lo tanto, de la bondad de la creación divina. En el principio, el hombre era inocente de pecado y fue dotado por su Creador con libertad de elección. Por su libre elección, pecó contra Dios e introdujo el pecado en la raza humana. Por la tentación de Satanás, el hombre transgredió el mandato de Dios y perdió su inocencia original, por lo que su posteridad hereda una naturaleza y un entorno inclinados al pecado. Por lo tanto, tan pronto como son capaces de actuar moralmente, se convierten en transgresores y están bajo condenación. Solo la gracia de Dios puede introducir al hombre en su santa comunión y capacitarlo para cumplir el propósito original de Dios. La dignidad de la personalidad humana es evidente en que Dios creó al hombre a su imagen y en que Cristo murió por él; por lo tanto, toda persona de cualquier raza posee plena dignidad y es digna de respeto y amor cristiano.

Génesis 1:26-30; Salmos 8:3–6; Efesios 2:1–22; Colosenses 1:21–22; Hechos 17:26–31

La Oración

Creemos que todo creyente tiene acceso directo a Dios a través del Señor Jesucristo. Mediante la oración, los creyentes pueden asemejarse más a Jesús, comprender el corazón de Dios y recibir sabiduría divina. Dios puede usar nuestras oraciones para consolar nuestro sufrimiento, celebrar a nuestro Salvador, vencer nuestras enfermedades, limpiar nuestros pecados y transformar nuestra sociedad.

Santiago 5:13-18; Mateo 6:9-13; Salmo 50:15; 2 Crónicas 7:14; 2 Crónicas 33:12-13

La Salvación

La salvación implica la redención integral del ser humano y se ofrece gratuitamente a todos los que aceptan a Jesucristo como Señor y Salvador, quien por su propia sangre obtuvo la redención eterna para el creyente. En su sentido más amplio, la salvación incluye la regeneración, la justificación, la santificación y la glorificación. No hay salvación sin la fe personal en Jesucristo como Señor.

Regeneración

La regeneración, o el nuevo nacimiento, es una obra de la gracia de Dios mediante la cual los creyentes se convierten en nuevas criaturas en Cristo Jesús. Es un cambio de corazón obrado por el Espíritu Santo mediante la convicción de pecado, al cual el pecador responde con arrepentimiento hacia Dios y fe en el Señor Jesucristo. El arrepentimiento y la fe son experiencias inseparables de la gracia. El arrepentimiento es un cambio genuino del pecado hacia Dios. La fe es la aceptación de Jesucristo y la entrega de toda la personalidad a Él como Señor y Salvador.

Justificación

La justificación es la absolución plena y misericordiosa de Dios, basada en los principios de su justicia, de todos los pecadores que se arrepienten y creen en Cristo. Lleva al creyente a una relación de paz y favor con Dios.

Santificación

La santificación es la experiencia, que comienza en la regeneración, mediante la cual el creyente es apartado para los propósitos de Dios y se le permite progresar hacia la madurez moral y espiritual mediante la presencia y el poder del Espíritu Santo que mora en él. El crecimiento en la gracia debe continuar a lo largo de la vida de la persona regenerada.

Glorificación

La glorificación es la culminación de la salvación y el estado final de bendición y permanencia de los redimidos.

Mateo 1:21; Lucas 1:68-69; Juan 3:3-21,36; 2 Corintios 5:17-20; Efesios 1:7

La Iglesia Bautista Bellevue está afiliada a la Convención Bautista del Sur. Haz click en el siguiente enlace para aprender más acerca de nuestras creencias.

Mapa del campus

El campo de Bellevue tiene tres pisos – los cuales tienen todos salones para Grupos de Vida. Haz click para expandir las imágenes debajo.

Primer Piso

Segundo Piso

Tercer Piso

Letras de adoración dominical

9:15 a.m.

Alabanza al Señor Todopoderoso,

¡Rey de la creación!

Oh alma mía, alábalo,

Porque Él es tu salud

y salvación.

Todos los que escucháis,

acercaos a su templo;

uníos a mí en gozosa adoración…

Alabanza al Señor,

quien prospera tu obra

y te defiende.

Ciertamente, su bondad

y misericordia

te acompañan aquí cada día.

Reflexionad de nuevo

lo que el Todopoderoso puede hacer

si con su amor

te protege.

Alabanza al Señor,

¡que todo mi ser

lo adore!

Todo lo que tiene vida y aliento,

ven ahora con alabanzas

ante Él

Que el Amén

resuene de nuevo entre su pueblo

Adórenlo con alegría por siempre

Que el Amén

resuene de nuevo entre su pueblo

Adórenlo con alegría por siempre…

Así que levanto mis manos

y te alabo una vez más

y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

pero no tengo nada más

digno de un rey.

Excepto un corazón que canta

Aleluya, aleluya…

Tengo una respuesta

Tengo un solo gesto

Con los brazos extendidos

Te adoraré

Así que levanto mis manos

y te alabo una vez más

y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más digno

de un rey.

Excepto por un corazón que canta

Aleluya, aleluya…

¡Vamos, alma mía!

¡No te avergüences de mí!

¡Eleva tu canto!

Porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

¡Levántate y alaba al Señor!

¡Vamos, alma mía!

¡No te avergüences de mí!

¡Eleva tu canto!

Porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

¡Levántate y alaba al Señor!

¡Vamos, alma mía!

¡No te avergüences de mí!

¡Eleva tu canto!

Porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

¡Levántate y alaba al Señor!

Así que yo

levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez.

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más

digno de un rey.

Excepto un corazón que canta

Aleluya, aleluya

Esta es mi historia,

esta es mi canción,

Alabando a mi Salvador

todo el día;

Esta es mi historia,

esta es mi canción,

Alabando a mi Salvador

todo el día

Alabando a mi Salvador

todo el día

En la oscuridad,

esperábamos sin esperanza,

sin luz hasta que del cielo

viniste corriendo. Había misericordia

en tus ojos para cumplir la ley

y los profetas. A una virgen le llegó

la Palabra desde un trono

de gloria eterna a una cuna en la tierra.

Alabado sea el Padre,

alabado sea el Hijo, alabado sea el Espíritu,

tres en uno, Dios de Gloria y Majestad. Alabado sea por siempre

al Rey de Reyes

para revelar

el reino venidero y reconciliar a los perdidos, para redimir a toda la creación. No

despreciaste la cruz.

Porque incluso en Tu Sufrimiento. Viste el otro lado, sabiendo que esta era nuestra

salvación. Jesús, por nosotros moriste.

Alabado sea el Padre,

alabado sea el Hijo, alabado sea el Espíritu,

tres en uno, Dios de gloria y majestad. Alabanza por siempre

al Rey de Reyes.

Y la mañana

en que resucitaste, todo el Cielo

contuvo la respiración hasta que aquella piedra

fue removida para siempre, porque el Cordero

había vencido a la muerte.

Y los muertos

resucitaron de sus tumbas, y los ángeles

se maravillaron, pues las almas

de todos los que han venido al Padre

son restauradas.

Y la iglesia

de Cristo nació. Entonces el Espíritu

encendió la llama. Ahora este evangelio

verdad de antaño no se arrodillará,

no desfallecerá. Por su sangre

y en su nombre, en su libertad,

soy libre por el amor

de Jesús. Cristo

Quien me ha resucitado

Alabado sea el Padre,

alabado sea el Hijo, alabado sea el Espíritu,

tres en uno, Dios de gloria y majestad. Alabado sea por siempre

al Rey de Reyes

Alabado sea por siempre

al

Rey de Reyes…

Alabado sea el Padre,

alabado sea el Hijo, alabado sea el Espíritu,

tres en uno, Dios de gloria y majestad

Alabado sea por siempre

al

Rey de Reyes…

Venid, pueblo del

Rey Resucitado

Que os deleitáis en

Alabarle

Venid todos y afinad

Vuestros corazones para cantar

A la Estrella de la Mañana

De gracia.

Desde las cambiantes

Sombras de la tierra

Alzaremos nuestros ojos

A Él

Donde brazos firmes de

Misericordia se extienden

Para reunir a los niños en…

¡Regocíjense!

¡Regocíjense!

¡Que toda lengua

se regocije! En el corazón

En la voz

¡Oh, iglesia de Cristo!

¡Regocíjense!….

Vengan aquellos cuya alegría

es el sol de la mañana

Y aquellos que lloran

Durante la noche

Vengan aquellos que hablan

De batallas ganadas

Y aquellos que luchan

En la batalla

Porque Su perfecto

Amor

Nunca cambiará

Y Su misericordia

Nunca cesará

Sino que sígannos

A través de todos nuestros días

Con la segura

Esperanza de paz.

¡Regocíjense!

¡Regocíjense!

¡Que toda lengua

se regocije!

Un corazón

Una voz

¡Oh, iglesia de Cristo!

¡Regocíjense!

Venid jóvenes y ancianos

De todas las tierras

Hombres y mujeres

De la fe

Algunos, con las manos llenas o vacías, encuentran las riquezas de su gracia.

Por todo el mundo, su pueblo canta de costa a costa. Los oímos clamar:

La Verdad que clama por todas las épocas: “Nuestro Dios es todo en todo”…».

¡Regocíjense!

¡Regocíjense!

¡Que toda lengua se regocije!

Un solo corazón

Una sola voz

Al unísono

¡Oh, iglesia de Cristo!

¡Regocíjense!

¡Regocíjense!

¡Regocíjense!

¡Que toda lengua se regocije!

Un solo corazón

Una sola voz

Al unísono

¡Oh, iglesia de Cristo!

¡Regocíjense!

Todas mis palabras se quedan cortas

No tengo nada nuevo

¿Cómo podría expresar

toda mi gratitud?

Podría cantar estas canciones

Como suelo hacerlo

Pero toda canción debe terminar

Y Tú, nunca terminas

Así que levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más

digno de un rey.

Excepto un corazón que canta

Aleluya, aleluya…

Tengo una respuesta

Solo tengo un gesto

Con los brazos extendidos

Te adoraré

Así que levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más

digno de un rey.

Excepto por un corazón que canta

Aleluya, aleluya…

Así que vamos, alma mía,

Oh, no te avergüences de mí

Eleva tu canto,

porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

Levántate y alaba al Señor

Oh, vamos, alma mía,

Oh, no te avergüences de mí

Eleva tu canto,

porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

Levántate y alaba al Señor…

Oh, vamos, alma mía,

Oh, no te avergüences de mí

Eleva tu canto,

porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

Levántate y alaba al Señor…

Así que levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez.

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más digno

de un rey.

Excepto un corazón que canta

Aleluya, aleluya

11:00 a.m.

Alabaré en el valle, alabaré en la montaña.

Alabaré cuando esté segura, alabaré cuando dude.

Alabaré cuando esté en desventaja numérica, alabaré cuando esté rodeada,

porque la alabanza es el agua en la que mis enemigos se ahogan.

Mientras respire, tengo una razón para…

¡Alaba al Señor, alma mía! ¡Alaba al Señor, alma mía!

Alabaré cuando lo sienta, alabaré cuando no lo sienta.

Alabaré porque sé que Tú sigues teniendo el control.

Mi alabanza es un arma, es más que un sonido.

Mi alabanza es el grito que derriba a Jericó.

Mientras respire, tengo una razón para…

¡Alaba al Señor, alma mía! ¡Alaba al Señor, alma mía!

No me callaré, mi Dios es… ¡Viva!

¿Cómo podría guardármelo? ¡Alaba al Señor, alma mía!

Te alabaré porque eres soberano, te alabaré porque reinas,

te alabaré porque resucitaste y venciste a la muerte.

Te alabaré porque eres fiel, te alabaré porque eres verdadero,

te alabaré porque no hay nadie más grande que tú.

Te alabaré porque eres soberano, te alabaré porque reinas,

te alabaré porque resucitaste y venciste a la muerte.

Te alabaré porque eres fiel, te alabaré porque eres verdadero,

te alabaré porque no hay nadie más grande que tú.

¡Alaba al Señor, alma mía! ¡Alaba al Señor, alma mía!

¡Alaba al Señor, alma mía! ¡Alaba al Señor, alma mía!

No me callaré. Mi Dios está vivo. ¿Cómo podría guardármelo? No me callaré.

Mi Dios está vivo. ¿Cómo podría guardármelo?

No me callaré. Mi Dios está vivo. ¿Cómo podría guardármelo? ¡Alaba al Señor, alma mía!

Mira las flores

En toda su belleza

No tengo que preguntarme

Tú sabes lo que haces

Entonces, ¿por qué preocuparme?

Porque Tú eres fiel para proveer

Todo lo que necesito, todo lo que necesito

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Siempre, el Señor proveerá

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Mira el gorrión

Sin que le falte nada

Sin miedo al mañana

Y a lo que traerá

Si te tengo a ti, tengo suficiente

Porque Tu amor me saciará

Todo lo que necesito, todo lo que necesito

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Siempre, el Señor proveerá

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Busca primero El reino y sus tesoros

Todo lo demás se me añadirá

Todo lo que necesito

Sé que el Señor proveerá

Sé que mi Dios no viene con las manos vacías

Nos da bendiciones sobre bendiciones

Sigo creyendo

Sé que el Señor proveerá

Buscad primero el reino y sus tesoros

Todo lo demás se me añadirá

Todo lo que necesito

Sé que el Señor proveerá

Porque sé que mi Dios no viene con las manos vacías

Nos da bendiciones sobre bendiciones

Sigo creyendo

Sé que el Señor proveerá

Todo lo que necesito, todo lo que necesito

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Siempre, el Señor proveerá

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Todo lo que necesito, todo lo que necesito

Mi Padre lo tiene, mi Padre lo tiene

Siempre, el Señor proveerá

Mi Padre lo tiene

Buscad primero el reino y sus Tesoros

Todo lo demás se añadirá

Todo lo que necesito

Sé que el Señor proveerá

Sé que mi Dios no viene con las manos vacías

Él nos da bendiciones sobre bendiciones

Sigo creyendo

Sé que el Señor proveerá

Sé que el Señor proveerá

Sé que el Señor proveerá

Todas mis palabras se quedan cortas

No tengo nada nuevo

¿Cómo podría expresar

toda mi gratitud?

Podría cantar estas canciones

Como suelo hacerlo

Pero toda canción debe terminar

Y Tú, nunca terminas

Así que levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más

digno de un rey.

Excepto un corazón que canta

Aleluya, aleluya…

Tengo una respuesta

Solo tengo un gesto

Con los brazos extendidos

Te adoraré

Así que levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más

digno de un rey.

Excepto por un corazón que canta

Aleluya, aleluya…

Así que vamos, alma mía,

Oh, no te avergüences de mí

Eleva tu canto,

porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

Levántate y alaba al Señor

Oh, vamos, alma mía,

Oh, no te avergüences de mí

Eleva tu canto,

porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

Levántate y alaba al Señor…

Oh, vamos, alma mía,

Oh, no te avergüences de mí

Eleva tu canto,

porque tienes un león

Dentro de esos pulmones

Levántate y alaba al Señor…

Así que levanto mis manos

Y te alabo una y otra vez.

Una y otra vez.

Porque todo lo que tengo es un

Aleluya, aleluya

Y sé que no es mucho,

Pero no tengo nada más digno

de un rey.

Excepto un corazón que canta

Aleluya, aleluya

Padre nuestro, siempre

Eterno

El Creador de Todo

Dios Todopoderoso

Por medio de tu Espíritu Santo

Concebiste a Cristo el Hijo

Jesús nuestro Salvador

Creo en Dios nuestro Padre

Creo en Cristo el Hijo

Creo en el Espíritu Santo

Nuestro Dios es trino en Uno

Creo en la resurrección

Que resucitaremos

Porque creo en el

Nombre de Jesús

Nuestro Juez y

Nuestro Defensor

Sufriste y crucificado

El perdón está en Ti

Descendiste a las tinieblas

Tu resurrección a una vida gloriosa

Por siempre sentado en lo alto

Creo en Dios nuestro Padre

Creo en Cristo el Hijo

Creo en el Espíritu Santo

Nuestro Dios es trino en Uno

Creo en la resurrección

Que resucitaremos

Porque creo en el

Nombre de Jesús

Creo en Ti

Creo que resucitaste

Creo que Jesucristo

Es el Señor

Creo en Ti

Creo que resucitaste

Creo que Jesucristo

Es el Señor

Al unísono

Creo en Dios nuestro Padre

Creo en Cristo el Hijo

Creo en el Espíritu Santo

Nuestro Dios es tres en uno

Creo en la resurrección

Que resucitaremos

Porque creo en el

Nombre de Jesús

Creo en la vida eterna

Creo en el nacimiento virginal

Creo en la

comunión de los santos

Y en tu santa Iglesia

Creo en la resurrección

Cuando Jesús vuelva

Porque creo en el

Nombre de Jesús

Porque creo en el

Nombre de Jesús

Porque creo en el

Nombre de Jesús